Al verte, veo océanos,
en ellos habitan mil espejos
y en ellos muchos reflejos;
sueño con introducirme en uno de ellos,
no sólo hundirme en tu cuerpo,
sino hundirme hasta adentro,
más allá de tus pensamientos.
Quiero hacerte perder la razón,
aunque sea sólo un instante,
y aunque después pida perdón.
Quiero entrar a ése laberinto,
perderme y encontrarme en él,
sentir, ver, oler, escuchar,
pero sobre todo saborearte.
Quiero nadar en tus océanos,
verme en tus espejos
para ser parte de sus reflejos.
Quiero sentenciar, aseverar, confirmar,
que no hay mujer más completa,
ni proeza mayor que tu beldad.
Quiero deslizarme por debajo de aquello,
que por ser de carácter pleno,
recubre todos tus sueños.
Quiero emprender el viaje de mi interior hasta el tuyo,
sin pensar mucho en el destino,
y deleitándome en sus abismos.
Quiero ser lo que más te produzca placer,
ylo que envenene tu sangre,
haciéndote adicta a mi sexo y mi piel.
1 comentario:
Dichosa la persona a la que va dirigida.
Hermosas palabras, mas hermosos aun esos sentimientos.
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